miércoles, 13 de enero de 2010

Estilos de aprendizaje

Esta mañana he tenido el examen de la asignatura que he impartido en Industriales este cuatrimestre (bueno, lo han tenido mis estudiantes). A lo largo del curso habíamos hecho varios trabajos, prácticas y ejercicios puntuables, de forma que prácticamente estaban todos aprobados ya, no hacía falta estar nervioso.

Me ha sorprendido lo mal que han hecho el examen tipo test. Los mismos estudiantes que habían hecho un proyecto experimental (diseño, cálculos, montaje y ajustes) excelente.

Cuando yo hacía la carrera en más de una ocasión tuve un test previo que había que pasar para poderse presentar al examen de problemas, que era el bueno. Si hubiese hecho las pruebas en ese orden habrían suspendido estudiantes que van a sacar un notable con las pruebas en otro orden.

Un examen tipo test es una prueba sobre todo de recuerdo y un poco de comprensión, los dos niveles más bajos de la taxonomía de Bloom de objetivos didácticos. Si uno supone que el aprendizaje se produce de forma constructiva, se recorren los niveles de Bloom de abajo a arriba (en la representación de la figura adjunta). Para un conocimiento adquirido de esta forma es sensato evaluarlo como hacían mis profesores: primero un test (tener conocimientos) y luego hacer problemas (aplicar el conocimiento). Sin embargo mis estudiantes de este año me han demostrado capacidad de análisis y síntesis (en el proyecto de final de asignatura), en niveles muy altos de Bloom, en cambio no han contestado bien la prueba de los niveles bajos.

¿Cómo se pueden aplicar conocimientos que no se tienen? pues por paradójico que resulte, se puede, es más es que ese es el "estilo de aprendizaje" dominante en los estudiantes de ahora; una suerte de conocimiento fraccionario que comentaba hace ya tiempo. Cada vez estoy más convencido de esa hipótesis.

La imagen está tomada de aquí.

4 comentarios:

Squirrowl dijo...

Una entrada muy interesante, sin duda, y que nos debería hacer reflexionar a aquellos relacionados con la formación. El recordatorio a una entrada anterior sobre conocimiento fraccionado también se agradece.
Sin embargo, y estando, al menos parcialmente, de acuerdo en el análisis, me gustaría plantear algunas cuestiones.
1. Desde tu perspectiva, los estudiantes son capaces de aplicar conocimientos que no tienen o que, al menos, no son capacer de mostrar de manera explícita. Durante años hemos tenido, en los sistemas productivos, "expertos" que sabían hacer cosas pero que no sabían muy bien porqué las hacían o qué subyacía en las decisiones que tomaban. Esto era un problema porque cuando el "experto" se jubilaba era virtualmente imposible trasladar su conocimiento a otra persona, dado que era incapaz de formularlo de manera explícita. Se han hecho enormes esfuerzos por cuantificar y sistematizar datos para ayudar en procesos de toma de decisión: análisis de compuestos volátiles utilizando complicadísimos sistemas analíticos y de integración de datos para sustituir a la nariz privilegiada del experto (lo que tambien se puede aplicar a la mecánica del automóvil o a la medicina). ¿Volveremos por este camino a la intuición del experto?
2. El análisis que has hecho sobre los cambios en el proceso de evaluación del conocimiento (mis profesores...mis estudiantes) los has situado únicamente en un plano temporal. Sin embargo, tambien hay otra consideración que podría hacerse y no es meramente temporal. Si no estoy mal informado, tus profesores eran científicos, tus estudiantes pertenecen a enseñanzas técnicas. ¿No puede tener este matiz algo que ver en la percepción de la construcción del conocimiento? Simplificando, yo diría que el conocimiento científico está más ligado a comprender la razón de los procesos, en tanto que la ingenería a resolver problemas, aunque la razón última de la solución no se comprenda, a veces, con claridad. Me da la sensación de que los estudiantes interiorizan esta dualidad con más intensidad de lo que nosotros podemos percibir.
3. Al hilo de la reflexión anterior, cabría preguntarse qué valor tiene la formación académica que se proporciona a los estudiantes para el futuro. Si un estudiante es capaz de resolver un problema actual, pero no comprende bien en qué se basa su resolución, qué pasará cuando tenga que resolver problemas futuros, en principio, más complejos. ¿También acertará con la solución? ¿Cómo contribuye a esto la experiencia, la intuición, la serendipia y el conocimiento?
4. Finalmente, y en un tono más relajado, las consideraciones se derivan de que los estudiantes han hecho bien los trabajos a lo largo del curso (y ya estaban casi aprobados) y han hecho mal un examen, del que casi no necesitaban obtener una puntuacion para aprobar y a la vuelta de unas prolongadas vacaciones. ¿Has considerado la posibilidad de que se hayan dedicado a "limitar esfuerzos"? Tal vez, si se les hubiera sometido al proceso clásico (primero test, luego problemas) con los condicionantes que mencionabas, el resultado final no hubiera sido, al fin y al cabo, tan diferente.

Joaquín Sevilla dijo...

La verdad es que un comentario como este enriquece enormemente la entrada original. Estoy de acuerdo en todo lo que dices:
1.- Esta forma de conocimiento fraccionado es problemática en determinados aspectos
2.- La diferencia ciencia- ingeniería seguramente es muy significativa
4.- No era una investigación precisa, y los sesgos metodológicos son innegables. Las conclusiones que saco son inspiradas por un suceso, no deducidas de un experimento.
3.- Dejo este para el final porque ahí está la clave: ¿Para qué sirve la formación académica entonces? Creo que hay que introducir variables nuevas: hoy vienen a la universidad el 60% de los jóvenes, en mi tiempo algo menos del 20%. No tiene sentido dar una costosa formación (en dinero, tiempo y esfuerzo) rigurosa (no fraccionaria) a tal cantidad de población, no creo que sea posible siquiera. La idea boloñesa del grado y el posgrado podría ir en la dirección de clarificar este asunto... Yo me limito a enunciarlo.

Lo dicho, gracias por el comentario!! Saludos

Alicia en el País de las Maravillas dijo...

Hola, Joaquín:
Me ha gustado mucho tu entrada, porque no conocía la taxonomía de Bloom (la figura de la pirámide es muy didáctica) y el comentario de Squirrowl me ha encantado.
Aunque mi relación con la formación es muy indirecta, siempre me interesa leer este tipo de análisis que me acercan a la docencia y a los estudiantes, a los que no veo ni en pintura a pesar de trabajar en una Universidad.

Muchas gracias a los dos.
Un beso.

Joaquín Sevilla dijo...

Gracias a ti!!!!!