miércoles, 27 de enero de 2010

La crítica del que no sabe cómo

Ayer publicaba un periódico local una página entera indicando que un informe policial listaba los actos vandálicos que individuos radicales (estudiantes o no) habían causado a lo largo del año pasado. Hoy resulta que la autoría de ese informe no está ni mucho menos clara. Eso sí, nadie se ha privado de opinar, desde el editorial del Diario de Navarra, a un concejal del ayuntamiento que mandaba hoy una carta al director, pasando por... ¿todos los políticos?

Es verdad que hay actos vandálicos radicales en la UPNA, pero también hay actos vandálicos causados por "aficionados" al fútbol a la salida del estadio que está junto al Campus. También hay actos vandálicos radicales en muchos lugares de Pamplona que no son la UPNA, en muchísimos. Y esos consignados en el supuesto informe no son ni tantos ni tan escandalosos como para montar semejante pollo. Y no hay más que mirar con objetividad: la UPNA muestra a diario un campus más limpio, ordenado y tranquilo que muchas universidades españolas en ciudades sin "radicales".

¿Porqué esta campaña? La universidad ni tiene ni debe tener unas fuerzas del orden propias. Las acciones inconvenientes han sido razonablemente combatidas. Cualquiera sabe que ante pequeños incidentes (gritos, vaciar extintores) de provocación, lo peor que se puede hacer es ceder y darse por provocado utilizando la fuerza; hay que dejar que se aburran. ¿Alguien cree que hay algún tipo de tolerancia por parte de las autoridades académicas? Espero que nadie sea tan tonto o malvado.

Puedo comprender que el partido en el gobierno (de Navarra) tenga "mal rollo" con el equipo Rectoral actual. Pero este tipo de campañas falsas, infundadas y absurdas son un error tremendo. Como ya dije en una entrada anterior, estoy deseando un ambiente social más tranquilo para poder criticar al equipo Rectoral como se merece, pero en este ambiente no se pueden dar argumentos para que los malinterpreten otros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La base científica nos debería ayudar más a comparar los hechos: no son lo mismo actos de violencia dentro de edificios que fuera (calles o cerca del estadio como usted dice), porque el responsable no es el mismo; una lectura a los Estatutos y al Código Penal le relevará la responsabilidad de un equipo rectoral que no impida dichos actos en los espacios (dentro de los edificios) que son de su responsabilidad. No veo a Yolanda Barcina permitiendo lo mismo dentro del Ayuntamiento, como ocurre en la UPNA(biblioteca, aulario y rectorado). Su actuación ("dejar que se aburran") parece muy eficiente, porque llevan 23 años aburriéndose y el resto aguantando las amenazas. Me defrauda, no parece que perteneció al equipo de Antonio Pérez Prados. Lo importante es que estos actos finalicen.

Naeros dijo...

Totalmente de acuerdo con la entrada. Se sobredimensionan estos actos y se les hace el juego. Lo mismo que no se debe dejar que el terrorismo aterrorice no debe permitir que estos actos amedrenten de esta forma.
Es hacer justo lo que pretenden, están consiguiendo sus objetivos y para eso sólo han tenido que gritar y vaciar extintores.

Es que además estos actos han ido a menos en los últimos años, pero parece que como cada vez son más raros hay que darles más importancia.

Joaquín Sevilla dijo...

Gracias por tu comentario Nareos!! Es verdad que cada vez hay menos actos a los que van menos personas. Aunque sea lenta, es la forma de ganarles.