martes, 7 de septiembre de 2010

¿Neurosexismo?

Con esto del final del verano uno se pone cultureta (para celebrar la entrada en el DRAE de esa palabra) y he empezado a leer "Cómo funciona la mente" de Steven Pinker. Todavía estoy muy al principio, pero me ha hecho especial gracia su descripción del MECCSS (Modelo Estándar de las Ciencias Sociales).

Para empezar hace gracia la forma de denominar ese paradigma, copiando la denominación del Modelo Estándar de la Física de Partículas, que si es una denominación universalmente aceptada. Luego la descripción del paradigma es demoledora. Una de las ideas fundamentales es rechazar toda investigación científica cuyo resultado pudiera servir de apoyo (aún malinterpretándolo) a comportamientos políticamente incorrectos. Pinker lo expone de forma matizada y detallada (no en un párrafo seco como acabo de hacer yo), merece la pena leerlo.

Con esa idea en la cabeza me encuentro hoy con un artículo (vía @Omenendez) que titula "luchando contra el neurosexismo" en el que se reseñan dos libros recientes que intentan establecer la falta de pruebas científicas de diferencias neuronales entre hombres y mujeres. Las pruebas científicas estarán en el estado que estén, y seguro que evolucionan mes a mes, pero llamarle neurosexismo a ese tipo de estudios es una muestra clara de prejuicio. El MECCSS en plena acción.

Yo no se nada de neurociencias y menos de etsudios comparativos entre hombres y mujeres, pero me parece un tema de estudio tan interesante como cualquier otro. No me extrañaría que hubiese diferencias anatómicas en el cerebro ¿no las hay en otros órganos más evidentes? En todo caso, las pruebas científicas serán las que sean. Lo que me parece ¿indignante? si, indignante, es enfrentarse a temas científicos con tales prejuicios. Es un ejemplo más que pone de manifiesto las dudas sobre lo científico de las Ciencias Sociales.

6 comentarios:

Juan Ignacio Pérez dijo...

¡Cuánta razón tiene Pinker y cuánta tienes tú también!
¡Cómo no va a haber diferencias neurológicas entre unos cerebros y otros si el sexo está en el cerebro! ¡Cómo no va a haberlas si hasta en las afecciones neurológicas o psiquiátricas somos diferentes!
Es la puñetera triple tesis de la tabla rasa, el buen salvaje y el fantasma en la máquina.
Muy bien el post

Joaquín Sevilla dijo...

Muchas gracias!

RKincaid dijo...

No entiendo muy bien eso del MECSS. ¿Es algo que propone él? ¿Es su interpretación de cómo son las cosas?. En la medida en que yo he estado involucrado en cuestiones de investigación en Economía jamás he visto algo parecido. Da la sensación de que se refiere a temas de orientación más sociológica o psicológica. Recuerdo el caso de The Bell curve . ¿Hay que financiar con dinero público trabajos que lleguen a la conclusión de que los negros son más tontos?. ¿Hay que financiar con dinero público investigaciones que pretendan buscar disfunciones fisiológicas en la conducta homosexual?. ¿Hay que financiar con dinero público investigaciones para comprobar si las mujeres están más dotadas para planchar que los hombres?. Joder... no es lo mismo estudiar cargas eléctricas sobre superficies de esferas que tocar temas que podrían arrojar conclusiones como las anteriores... Creo que el tema es lo suficientemente delicado como para cuestionar si verdaderamente queremos saber algunas cosas.

Un saludo

Anónimo dijo...

aquí también hablan del libro que usted menciona http://scienceblogs.com/pharyngula/2010/09/the_sexist_brain.php

Joaquín Sevilla dijo...

@RKinkaid:
Lo del MECCSS es su interpretación de las cosas, yo he estado googeleando el asunto y no parece que sea una denominación estándar en absoluto.
La ciencia, mientras que sea honesta, no tiene que tener direcciones, ni a favor ni en contra de los posibles resultados. Lo que se financia o no dependerá de las disponibilidades presupuestarias y de la calidad de la investigación (calidad metodológica podríamos decir), pero no se si el objeto de estudio va sobre género, orientación sexual o raza. Vamos, digo yo.

@Anónimo
Gracias por el enlace. Si, trata del mismo libro y concluye que lo leerá. Yo creo que no.

Anónimo dijo...

Don Joaquín ¿y usted coincide con lo que explica el autor de ese link?