domingo, 19 de abril de 2015

Medio decálogo para un profe universitario

Me pide un amigo que liste las cinco características fundamentales de un profesor universitario. Llevo más de un mes dilatando la tarea, no porque no pueda decir cosas, sino al contrario, porque no me decido por 5 que elegir como principales. No lo puedo dilatar más, así que allá va, José Luis.


1.- Conocer bien la materia. Hay que saber sufuciente como para dar un buen valor añadido, bien en los detalles o bien en la contextualización (o idealmente en ambos). Eso sí, no hay que pretender contarlo todo (a veces es muy difícil renunciar) ya que uno debe saber bastante más de lo que han de acabar sabiendo los estudiantes.

2.- Adecuar la metodología al grupo de que se trate. Todas las fotos que salen en google imágenes de profesores en clase están dando una clase magistral, dando un discurso con una cierta apoyatura gráfica (estática). Es verdad que con más de tres decenas de estudiantes probáblemente es los único que se puede hacer, pero con grupos menores las cosas pueden cambiar mucho.

3.- Planificar bien. Tener un plan de la asignatura, de cada tema y de cada clase. Como todos los planes, están para romperlos y rehacerlos cuando la situación lo requiere, pero emezar sabiendo dónde quieres llegar me parece imprescindible.

4.- Construirse un buen personaje. En público siempre se actúa un poco, y es mejor saberlo y construir conscientemente el personaje en vez de simplemente dejar que te ocurra. Respetuoso sin engolamientos, de trato cercano pero no amistoso... Hay quien diría "actúa con naturalidad, se tú mismo", pero hay cada "tú mismo" por ahí que no se yo. Obviamente el personaje no puede ser muy lejano de la persona o costaría demasiado esfuerzo interpretarlo. Se trataría de modular conscientemente las características del "tú mismo", evitando las inadecuadas y potenciando las convenientes.

5.- Intentar empatizar un poco con los estudiantes. Por más que han elegido de algún modo estar ahí, no es su única asignatura ni la universidad su única ocupación en la vida. Son personas mayores, no niños. Son seres reales y, como todos, buscan el camino más corto hacia el destino... Hay quien se obsesiona viendo a los estudiantes como "enemigos" que pretenden engañar y fastidiar. Y claro, eso se convierte en una profecía autocumplida, ya que los estudiantes te devuelven las expectativas que pones en ellos (en cuanto a actitud, sería estupendo que también lo fuera en aprendizaje), creo que se llama efecto Pigmalión.

domingo, 12 de abril de 2015

¿De cuántas dioptrías son mis gafas?

Con las gafas puestas vi un extraño brillo en la pared. Ya con las gafas en la mano se ve claramente lo que es. Se trata del filamento de la bombilla de la habitación, que para una posición concreta de los cristales queda enfocado en la pared con bastante nitidez.

Entonces ya estamos en condiciones de responder la pregunta ¿de cuántas dioptrías son esas gafas?

Las gafas para la presbicia son simples lupas, lentes convergentes. Por eso se venden en farmacias y bazares de forma genérica. Otros problemas oculares requieren lentes específicas para corregir el problema concreto y se hacen a medida, tras un diagnóstico preciso (y son mucho más caras, lógicamente).

No todas las lupas son iguales, unas son más potentes que otras. Esa potencia se caracteriza mediante una longitud, denominada técnicamente "distancia focal". Si por un lado de la lupa llegan rayos paralelos (procedentes de una fuente de luz muy lejana) en el otro lado se reunirán en un punto concreto. La distancia de la lente a ese punto es la distancia focal. Aunque la magnitud que se entiende fácilmente es la distancia focal, la forma habitual de referirse a ella es un poco más extraña, ya que se hace el inverso (uno dividido por ella) de la distancia expresada en metros, y a eso se le llama dioptría.

La distancia entre las gafas y la pared era de algo más de 60 cm. Como 1/0.66 = 1,5 mis gafas son de 1,5 dioptrías... por otra parte es lo que pone en la funda, así que parece que todo cuadra ;-)

Hay que tener en cuenta que la bombilla está a metro y medio de las gafas por el otro lado, algo que dista mucho de ser "el infinito", así que para calcular la distancia focal de verdad habría que hacer unos cálculos algo más refinados, pero sin entrar en decimales la aproximación anterior es suficiente.

viernes, 10 de abril de 2015

Abusos de lenguaje significativos

"Tu cerebro te engaña"
"La evolución alarga el cuello de las jirafas para que alcancen hojas más altas"
"El sistema está acabando con la clase media"

Las tres frases esconden grandes verdades, pero enuncian grandes mentiras.

Cuando decimos que "el cerebro te engaña" estamos suponiendo que tu cerebro es algo diferente a ti,  que por un lado te pertenece (es "tu" cerebro) y por otro te engaña. La frase se sitúa en una postura dualista fundamentalmente superada. En realidad la conciencia es una propiedad que emerge del cerebro, no existe una cosa sin la otra. Para decir que la percepción, en ocasiones, no se corresponde con suficiente fidelidad con el objeto que la genera no hace falta adoptar el dualismo. Eso si, la frase original es mucho más potente.

El largo cuello de las jirafas les permite alcanzar hojas altas, pero no lo tienen "para" eso. Lo tienen por que han heredado de sus progenitores esa característica. Y sus progenitores (y los suyos en sucesivas generaciones) han tenido más descendencia que otros ejemplares de cuello más corto. En el ambiente en que vivían, las de cuello más largo han comido más y han podido dejar más descendencia. Con el paso de las generaciones la población superviviente tiene el cuello largo. No hay nadie que dirija el proceso, ni éste tiene una dirección determinada. No hay una "evolución" que alargue cuellos, ni el alargamiento se produce con una finalidad. Esa visión teleológica es incompatible con la realidad del proceso evolutivo. Eso si, como el resultado final es casi el mismo, caemos con freciencia en ese abuso de lenguaje.

Lo que está acabando con la clase media es un amplio conjunto de hechos producidos por medidas políticas y decisiones económicas de multitud de agentes diferentes, independientes y a menudo antagónicos. Nos referimos a ese enorme conjunto de agentes, decisiones y hechos, con sus complejas interrelaciones, como "el sistema". Hasta aquí todo correcto, el problema surge cuando imaginamos a ese sistema como una persona, le atribuimos voluntad, carácter y hasta (in)moralidad. Hemos caído en el error de antropomorfizar el sistema. Lo mismo ocurría en la frase anterior con la evolución, que se antropomorfizaba para atribuirle la acción de alargar el cuello de la jirafa.

En los tres casos estamos cometiendo abusos de lenguaje que, en determinados entornos, no generan confusión, pero que en realidad transmiten ideas profundamente falsas. No siempre se reconocen tan bien los errores, pero se comenten a menudo, y suponen problemas importantes para progresar en el conocimiento. Imaginar sistemas complejos como personas, dotarlos de una intención final y, a fin de cuentas, de alma. Antropomorfismo, teleología y dualismo, fatal.

Por cierto, la imagen es un abuso de lenguaje gráfico. Esa representación lineal de sucesivas especies transmite una idea muy equivocada de la idea del ancestro común que realmente se desprende de la evolución.

Todo esto surgió por unos tuits de @txipi y @HelenaMatute que comentaban sobre la incitación al dualismo de la charla ya comentada, y sus secuelas.... 

miércoles, 8 de abril de 2015

Burocracia con piel de plan estratégico

Me llega la documentación sobre el plan estratégico de mi Departamento... esto me suena ¿no? Nada menos que 7 años atrás ya escribí sobre lo inadecuado del plan estratégico del Departamento. Los argumentos de entonces, más esenciales, siguen siendo totalmente válidos: una comunidad no tiene más plan estratégico que su buena vida, y mientras la Universidad enfrente estas cuestiones más como "comunidad universitaria" que como "empresa educativa" o "servicio social", no se puede hacer nada en absoluto.

Pero es que pasados todos estos años de perseverar en el empeño ya tenemos una maquinaria burocrática espectacular. Se distribuye un documento de 13 páginas y un hoja excell con decenas de indicadores, ahora estamos en el proceso de consulta para ver si alguno de los miembros a evaluar con esa planilla tiene alguna objeción o sugerencia. Los evaluados somos unos 75 profesores a tiempo completo (figura ficticia creada a base de sumar horas de contratados a tiempo parcial, en total hay bastantes más de 100 personas físicas), y el resultado de que en esos indicadores lo salgamos mejor o peor es una diferencia presupuestaria que apenas da para comparar 4 ordenadores. Esta maquinaria supone un gran esfuerzo: redactar los documentos, revisarlos, pasarlos a comisiones, apertura de períodos de consultas con envío a todos los afectados, recopilación de datos, comunicación de los resultados preliminares y recepción discrepancias e incidencias, decisión final sobre el presupuesto (como decía entre 0 y 3500€), realización de modificación presupuestaria... Si se valorase el coste del proceso en tiempo de las personas implicadas en él, superaría en órdenes de magnitud lo que realmente les supone a los afectados.

Podría decirse que no es tanto una cuestión de incentivos como de rendición de cuentas. Si la gente sabe hacia dónde se quiere dirigir el Departamento, cuales son los indicadores realmente importantes, trabajará por ellos por el placer del deber cumplido, sin el mezquino atractivo de una financiación extra. Pudiera ser. ¿Cuál es pues el sofisticado contenido de ese plan? Pues en resumen, hacer lo que tienes que hacer: dar las clases (y no faltar), sacar las notas de los exámenes sin retrasarte demasiado, publicar artículos, dirigir tesis, conseguir proyectos de investigación...

Me ha gustado mucho la figura que me ha salido buscando "strategic plan" en google imágenes y que ilustra la entrada. Ejemplifica la frase que me decía mi tío "campesino, si quieres arar recto ata tu arado a una estrella", que es la definición más contundente que conozco de plan estratégico. En toda esta parafernalia burocrática falta lo fundamental, la estrella, ¿hacia dónde queremos ir? Sería peligrosísimo intentar contestar esa pregunta con honestidad...

Mientras escribía esto tenía en la cabeza el 6º pecado capital de la universidad según Juan Ignacio Pérez. (La lista completa está enlazada aquí)

martes, 7 de abril de 2015

Rudistas en Santoña (fósiles urbanos)

Los fósiles urbanos son un ejemplo maravilloso de ciencia absolutamente cotidiana, discreta, incluso tímida. Ahí escondidos, formando parte de un material de construcción, están los restos de lo que fue un organismo vivo hace millones de años. Hace unos días, en un viaje a Santoña (Cantabria) descubrimos que al borde del paseo marítimo hay un montón de fósiles de conchas que parecen ser Rudistas. No son tan espectaculares como los de Verona, pero molan:






 


Por ahí (dónde indica la flecha) es por dónde están los fósiles. Hay en muchas de las piedras paseo adelante al borde del paseo marítimo, desde el embarcadero hacia la desembocadura de la ría. Aunque apenas se ve, en todas las fotos hay una moneda (de 5 céntimos) como escala de tamaños.

Siempre nos quedará la duda que planteaba @yolenikian : ¿estarían buenos los rudistas? Yo prefiero pensar que por lo menos tan buenos como ostras o mejillones, unos primos más actuales de aquellos animales.

sábado, 4 de abril de 2015

Noticias de soslayo

Perezosa mañana de sábado. Escuchando la radio resulta que "a vivir que son dos días" no es la llamada al disfrute inmediato del carpe diem, sino profunda reflexión, al menos en la tertulia que he pillado casualmente. Alguien decía allí que nada es más subversivo que la verdad. Saber realmente lo que está ocurriendo enciende conciencias, según la tertuliana que lo comentaba; el problema es que los medios de comunicación desvían la atención, construyen una realidad alternativa moviendo el foco de atención donde les interesa. "Matando al mensajero" se quejaba otro, que considera que los medios son meros espejos que le devuelven a sus consumidores el foco que ellos demandan.

Seguramente los dos planteamientos son ciertos, cada medio intenta arrimar el foco a su sardina, pero si exagera el desenfoque pierde clientes. Así que hay una realimentación (también llamada círculo vicioso) entre lo que la gente queremos y lo que los medios dan.

Sea por sesgos cognitivos personales, por trampantojos mediáticos o por una mezcla de ambos, lo que parece claro es que el conocimiento que tenemos de la realidad sociopolítica es limitado y parcial. Y es que las razones de un piloto para estrellar un avión o de unos pistoleros para entrar disparando en una universidad son cuestiones políticas. Aunque ningún familiar nuestro esté entre los muertos, esos hechos nos van a afectar. Se cambiarán leyes y reglamentos, se movilizarán alianzas internacionales en un sentido u otro por cuestiones como esas. Cuáles conocemos y cuáles nos importan es un asunto que va más allá de la falta de solidaridad con el dolor lejano.

Si alguna vez la política comenzara una andadura más basada en la evidencia, resolver estas cuestiones sería de importancia capital.




Los tres tuits que ilustran la entrada están en estos enlaces: 1, 2, 3